Jerónimo vivió los primeros contactos con la música en su propia casa, donde su madre tocaba el piano y dos de sus hermanos, Pedro y Joaquín, el clarinete y el piano respectivamente. Mito se inició en la música tocando la caja en una banda de cornetas en la posguerra y obtuvo el carnet de músico educando el 31 de julio de 1943.
Ingresa en la Banda de Música de Alba de Tormes bajo la dirección de D. Miguel Gutiérrez. Después de la caja pasa a tocar el saxo alto en la banda y en orquestas de baile junto a su hermano Pedro y otros músicos.
Con la Banda de Alba, Mito Cotobal participó en las corridas de la Feria de Salamanca y en actuaciones por diversas localidades de la provincia, recordando especialmente las inauguraciones del canal de riego de los huertos de la Dehesa, el Cuartel de la Guardia Civil de Alba y la primera Feria Monográfica de Salamanca.
También dos actuaciones muy especiales: una en Montemayor del Río –que los más mayores del lugar aún recuerdan después de medio siglo- y la participación en una escena de la película “El fotogénico”, con José Luis Ozores y Lolita Sevilla.
Tras la muerte de D. Miguel, los músicos actuaron unos años más en los toros de Salamanca hasta deshacerse definitivamente la banda a mediados de los 60.
Desde la refundación de la Banda de Música de Alba de Tormes en 1992, Jerónimo acude a todas las actuaciones y en 1994 coincidiendo con su jubilación, acepta la invitación del director Mario Vercher Grau para formar parte de la nueva banda.
Mito se integra, esta vez con el saxo barítono, en una formación llena de niños y jóvenes, entre ellos su hijo José Ignacio.
Coincidiendo con su ingreso en la banda, restauró una vieja imagen de la parroquia, añadiendo una preciosa lira y transformándola así en la Santa Cecilia que preside el coro del templo de San Pedro y a la que cada año honran los músicos en el mes de noviembre.
Participa con entusiasmo en todas las actividades de la banda: conciertos, certámenes, procesiones, grabaciones etc.
Además de defender la partitura, el veterano músico ha puesto a disposición de la Banda en múltiples ocasiones su habilidad y oficio como artesano, elaborando el podio del director, atriles para percusión y hasta un instrumento musical para imitar el ruido de un tren.
Mito afirmaba que "la música no entiende de edades" y siempre se sintió como uno más rodeado de juventud. El músico se mostró muy agradecido por el homenaje que prepararon sus compañeros de banda en noviembre de 2009, en el que se reconoció su larga trayectoria musical y Mito pudo recordar antiguas anécdotas de la "Banda de Don Miguel".
Unos años después asiste con orgullo a la incorporación a la Banda de su nieto mayor, Adrián, logrando así la unión de tres generaciones de saxofonistas. La semilla de la música ha prendido también en muchos otros de sus nietos.
Disfrutó de la música hasta el último momento: Mito nos dejaba una noche de viernes, tras su último ensayo con sus compañeros.
La Banda respondió acompañando a su músico más veterano en un funeral multitudinario que aún se recuerda en Alba de Tormes, con un último desfile al son de la Marcha Fúnebre, de Chopin, y Mater Mea, de Ricardo Dorado, que tantas veces interpretó para los demás.