Pepita Robles. 2003
Dices que hablar es difícil, que no encuentras las palabras, y que en cambio con tus manos es muy fácil expresarlas. Por eso quiero cantarte con el cariño que mana del fondo del corazón a tus manos admiradas. Manos que en un día lejano desde la más tierna infancia fueron con amor y mimo por Dios-Artista tocadas.
Manos que hicieron juguetes y dibujaron estampas y construyeron inventos que con ingenio soñabas. Manos fuertes, juveniles, que, con perfección, tallaran sobre madera de aliso auténtica filigrana en pináculos y torres, imágenes y fachadas, con paciencia y con amor... ¡Basílica teresiana!
Manos que curaron manos y que dedos implantaran de Vírgenes y de Cristos, de tantos santos y santas... Manos que hicieron favores de una manera callada y que son el fiel reflejo de la hermosura de un alma. Dices que hablar es difícil y que no encuentras palabras... Sigue hablando con tus manos, que Dios, que te dio esta gracia, las tomará entre las suyas cuando las tengas cansadas.